Programa Bíblico para Niños – Nivel 3: Lección 13 “El Plan de Dios para la salvación”
Pasajes Destacados: 1 Pedro 1:19–20; Génesis 2:7–9, 15–17; Deuteronomio 16:16; Levítico 23:1–4
Dios diseñó un plan mediante el cual tendría una familia con quien compartiría la eternidad. Entonces Él planeó crear a la humanidad a Su imagen, ponerlos en un entorno hermoso, y creó circunstancias en las que tendrían que elegir entre hacer lo correcto o lo incorrecto. Dios sabía que dar a la humanidad una agencia moral libre era la única forma cómo podrían desarrollar el carácter necesario para vivir en paz y armonía para siempre. También sabía que los seres humanos podrían elegir el camino equivocado, lo que causaría miseria y conduciría a la muerte. Dios no quería una familia que estuviera en confusión y miseria por toda la eternidad, así que antes de crear a la humanidad también diseñó un plan para salvarlos de la muerte eterna y traerlos dentro de Su familia. Él nos dio Sus Días Santos para enseñarnos sobre Su plan de salvación. Dios diseñó los Días Santos siguiendo las estaciones de cosecha en Judea, que incluyen la primavera, el verano temprano y el otoño. En las próximas lecciones discutiremos los Días Santos de primavera: la Pascua y los Días de los Panes sin Levadura, y lo que representan en el plan de salvación de Dios. Tenemos el privilegio de comprender y ser parte de este plan verdaderamente asombroso y admirable.
Discusión:
- Discuta con sus hijos lo que significa ser un agente moral libre. A la humanidad no le ha sido dado el derecho de determinar qué está bien y qué está mal. Elegimos si haremos o no lo que es correcto, pero tal como Dios lo define.
- Explique a sus hijos que Dios hizo a los humanos físicos, de modo que, si se negaran a aprender a obedecerle, no recibirán un castigo de eterna tortura, sino que simplemente morirán una muerte física como lo hacen todos los humanos (Romanos 6:23; Apocalipsis 21:8).
- Ayude a sus hijos a comprender que su destino final es nacer en la familia de Dios como Sus hijos (Romanos 8:14–16; Hebreos 2:6–8; Salmos 82:6).
- Pregunte a sus hijos qué les gustaría hacer cuando se conviertan en seres espirituales en la familia de Dios. Comparta lo que usted espera hacer.
Para Memorizar:
Romanos 5:10
“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.